Un estándar es un acuerdo, medible, alcanzable y comprensible que describe un nivel de rendimiento deseado que se puede comparar con el desempeño actual. Los estándares deben ser aplicados en todo el gobierno a las tecnologías de la información, incluidos los datos administrativos, aplicaciones, infraestructura técnica, seguridad y privacidad.
Beneficios: un estándar debe tener una razón de ser, un objetivo. Dicho objetivo puede ser cuantificado en metas, tales como:
- Integrar / consolidar información
- Facilitar la administración de la tecnología
- Obtener ahorro en adquisiciones y contratos
- Mejorar la eficiencia y efectividad de los procesos